Horas después de haber asistido a misa con su familia, el menor regresó al templo armado con un machete y con el rostro cubierto por un pasamontañas. Tras cortar la luz del predio, forzó la puerta principal e ingresó al edificio. Al ser confrontado por el sereno, le exigió el dinero recaudado durante la celebración religiosa. Ante la negativa, lo atacó con el arma blanca, provocándole tres heridas en la cabeza y un corte en el rostro.
La intervención del perro del sereno, un pastor alemán, fue crucial para detener el ataque, ya que enfrentó al agresor y lo hizo huir del lugar. El cuidador logró dar aviso al 911 y fue trasladado a un hospital, donde permaneció internado una noche y se encuentra fuera de peligro.
La fiscal Alejandra Piqué, de la Unidad Funcional de Instrucción N°6 juvenil del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, ordenó un allanamiento en la vivienda del adolescente, donde fue detenido. El sereno reconoció al atacante como el hijo de una pareja de fieles que asiste regularmente a la iglesia.
El caso ha generado conmoción en la comunidad local y ha reavivado el debate sobre la violencia juvenil y la seguridad en los lugares de culto.